Bruno i Nahuel: dos perlas de la cantera

El equilibrio, la valentía de Marcelino y 

el debut del Tigre en un partido clave

La virtud está en el término medio; y Marcelino García Toral lo encontró en Cornellá-El Prat. El futbol está lleno de tópicos antagónicos: la experiencia se topa con la juventud, los bilardistas disienten de los menotistas y encontrar la pausa en la intensidad puede antojarse difícil.

Bien, pues Marcelino dio con el punto justo: músculo con Pina y Gabriel, la experiencia de Bruno, Musacchio o Giovani dos Santos cara a cara con la juventud de Moi Gómez y el Tigre Nahuel.

Y con esos ingredientes se dieron la mano la efectividad y el buen gusto. La exquisitez la dejó en manos del futuro, de Moi y Nahuel. Moisés enfiló la victoria, pero el camino hay que andarlo y en fútbol los goles hay darlos. Y eso hizo el tigre, que es el significado de Nahuel en Mapuche (pueblo amerindio entre Chile y Argentina). El Tigre, corrió, se escoró y con sangre fría atacó dando el pase en el momento justo para el gol.

Apuesta valiente la del técnico asturiano del Villarreal, a pesar de la presión de la victoria para reafirmar la candidatura europea del Submarino.

Cierto que faltó pausa y sobró angustia con el penalti. ¡Gracias Asenjo! Al final, triunfo sufrido, Europa en el periscopio y 43 puntos.

Un motivo más para el brindis con cava -mesurado o no, qué más da- con que celebran Fernando Roig, Roig Negueroles y José Manuel Llaneza la salvación matemática.


El APUNTE. Publicat a El Periódico Mediterráneo el 25-02-14
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